NUESTROS CORAZONES – MI CORAZÓN- SU CORAZÓN

En este último día, vamos a mirar dentro de nosotros. Vamos a coger con cariño nuestros corazones, tu corazón.
Nuestros corazones son corazones jóvenes, llenos de ilusión y cariño. Llenos de vida, de rostros que ocupan cada rincón y cada latido. Corazón en donde caben muchos proyectos de futuro, muchos deseos de hacer el bien, y ayudar a otros…pero a veces, en la vida cotidiana nuestro corazón se encoge, algo nos sale mal, alguien nos hace daño, se nos frustra un sueño…y parece que nos hundimos y ya no podemos salir del agujero.

Hoy queremos insuflarle energía a este corazón joven, por eso escuchemos atentamente esta canción, que puede darnos algunas pistas para que nuestro corazón se esponje a pesar de las dificultades que nos podamos encontrar.

SI PONGO CORAZÓN- ROSANA

Si pongo ganas
si pongo corazón
si la ilusión me alcanza
Si le echo ganas
puede el viento y puedo yo
llenar de aire las alas
si pongo corazón

Déjame volar aunque tropiece con el cielo
hay noches estrelladas
y días que se estrellan contra el suelo
Déjame intentarlo aunque tropiece son mis sueños
si aguantan las estrellas
en una de estas noches contra el viento yo despego

Si pongo el alma
si me bendices tú
si Dios no da la espalda
Si vuelco en ganas
puede el viento y puedo yo
llenar de aire las alas
si pongo corazón

Déjame volar aunque tropiece con el cielo
hay noches estrelladas
y días que se estrellan contra el suelo
Déjame intentarlo aunque tropiece son mis sueños
si aguantan las estrellas
en una de estas noches contra el viento vuelo
Déjame volar...

Oración final:

Desde siempre la figura de la madre ha sido compendio de amor y confianza para los hijos. Desde pequeños hemos encontrado en la palabra “madre” el refugio seguro en nuestros momentos más difíciles.

María, en nuestro camino hacia la madurez te dirigimos nuestra oración, te confiamos nuestras ilusiones, te abrimos nuestro corazón. Ante ti nos presentamos como somos, sin tapujos de ninguna clase, sin caretas que oculten nuestra identidad, sin disfraces que tapan la realidad. Te ofrecemos nuestra juventud, nuestras ganas de vivir y de “comernos el mundo”. Te presentamos nuestro amor joven, repleto de sinceridad, lleno de vida. Queremos que nos ayudes a eliminar de nosotros lo negativo, lo que afea nuestra juventud, lo que nos hace egoístas. Madre de los jóvenes haznos savia nueva que haga brotar con fuerza el amor. En el momento más emocionante, más pleno y generoso de nuestra vida, ayúdanos María.