ABRE SU CORAZÓN

Madre Pilar, consciente de las dificultades sociales y culturales, abre su corazón y pone todas sus fuerzas y creatividad  en ayudar a la juventud, que estaban viviendo momentos difíciles.

El AMOR de Dios fue esa energía serena y transformadora que orientó sus decisiones, cambiando el rumbo de su vida y llenó de entusiasmo todos sus proyectos.

EL AMOR LIBERA

Tenemos que entablar la guerra más difícil:
la guerra contra uno mismo.
Hay que llegar al desarme de sí mismo.
he mantenido esta guerra durante años.
Fue duro, pero ahora estoy desarmado.

Ya no temo a nada, pues el Amor libera del miedo.
Estoy desarmado de mi deseo de tener razón,
de justificarme despreciando a los demás.

Ya no me siento inquieta,
en angustiada crispación por mis riquezas.
Doy asilo y comparto.

No estoy atado a mis ideas y a mis deseos.
Si se me ofrece algo mejor, o mejor dicho algo bueno,
lo acepto sin arrepentirme.
He renunciado a las comparaciones.
Por eso ya no tengo miedo.
Si nos desarmamos, si nos desprendemos de todo,
si nos abrimos al Dios-Hombre,
que renueva todas las cosas, entonces,
Él borrará el oscuro pasado y nos dará
un Tiempo nuevo, en el que todo es posible.

Pidamos que al igual que Madre Pilar, supo implicarse al cien por cien en esa gran Misión de ayudar a la juventud, cada uno de nosotros podamos aportar con nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor, desde nuestros entornos más cercanos, sin miedo a desarmarnos de todo aquello que nos lo impide, sino darnos y dar nuevas oportunidades.