Padre,
tú no eres nuestro Juez, sino nuestro Padre. Que estás en los cielos, hacia
donde se dirige nuestra mirada, en medio del camino. Santificado sea tu actuar
liberador, contra los que oprimen, tal vez, en tu nombre. Venga a nosotros tu
justicia, comenzando por los más empobrecidos. Hágase tu voluntad y tu
liberación que empieza en la tierra y termina en el cielo. El pan de cada día
que producimos todos juntos, dánoslo a comer juntos. Perdona nuestro egoísmo en
la medida en que combatimos el egoísmo colectivo. No nos dejes caer en la
tentación de explotar a los demás y de acumular riquezas. Y líbranos de la
venganza y del odio contra el malo que oprime y reprime.
Oración:
Quédate conmigo porque soy muy debil y necesito de tu aliento
y de tu fortaleza. Para no caer tantas veces. Quédate conmigo, porque tu eres
vida y sin ti con frecuencia decaigo. Quédate conmigo porque tu eres mi luz y
sin ti estoy en tinieblas. Quiero iluminar mi vida, para poder compartir mi luz
con otros. ¡quédate conmigo!
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