jueves, 2 de abril de 2015

“Amaos como yo os he amado”



Jesús propone un nuevo estilo de vida, una vida que no esté atada a la ley sino que se rija por un mandamiento, el mandamiento del amor: “amaos como yo os he amado”.
El amor no juzga, el amor no hace daño sino que ayuda a vivir y en muchas ocasiones devuelve la vida allí donde todo parece estar perdido.
Jesús actuó desde el amor:
•Se acercó a la mujer pecadora, le salvó de morir apedreada e hizo que su vida cambiara.
•Acogió a los pecadores, gente que estaba apartada y condenada por la sociedad; comió con ellos y les cambió por dentro.
•Llamó a Zaqueo e hizo que su vida se transformara.
•Acogió al ladrón arrepentido que murió con Él.
•Perdonó de corazón a los que le estaban matando.
Cuando Jesús se acercaba a alguien, algo cambiaba por dentro y esa persona encontraba la felicidad allí donde no se hubiera imaginado, junto a Jesús. Por eso ¿por qué nos empeñamos en creer que Dios nos estorba, que sólo sin Él podemos ser felices?
Para los creyentes Dios no es un estorbo en nuestra felicidad, al contrario, llena nuestra vida, nos invita a vivir desde su mandamiento, el del amor, y nos ayuda a ser felices.

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