miércoles, 25 de febrero de 2015

Jesús nunca nos deja



¿Quién de los que estamos aquí no ha pasado en su vida temporadas de nublado, de incomprensión, dudas, tristeza…? es en esos momentos cuando echamos de menos la presencia de un verdadero amigo... Madre Pilar supo apoyar todos sus momentos en el mejor amigo que nunca falla, Jesús. Nos decía: “Jesús nunca nos deja, lo tenemos constantemente a nuestro lado… de él sacaremos las fuerzas para superar todo.”

  Reflexión:

“Quien tiene un amigo tiene un tesoro”. ¡Cuánta verdad se oculta tras este dicho popular! La amistad es uno de los valores más importantes que pueden tener las personas, porque engloba otros muchos.
Hemos de procurar tener amigos, pero también hemos de buscar el modo de convertirnos en un amigo para los otros. Nuestra amistad no puede ser egoísta, si queremos que sea duradera; porque... ¿Quién es el loco que, teniendo un te­soro, lo descuida y lo pierde? Jesús es el amigo del quien sabemos que nunca nos falla­rá. 

AMIGO VERDADERO

Señor Jesús, eres Amigo verdadero,
Eres fiel en tu amistad para conmigo y nada me falta,
porque tú estás a mi lado aunque todos me abandonen;
porque tu perdón y tu gracia me acompañan siempre.

Tú confortas mi alma,
cuando me faltan las fuerzas para el camino;
tú me guías por senderos de justicia,
como signo de tu amistad;
eres siempre fiel en mi camino.

La dicha y la gracia de tu amistad,
me acompañarán a lo largo de los días de mi vida.
Seré dichoso con tu fidelidad inquebrantable,
y tendré siempre la seguridad de tu amor hasta el extremo.
Mi morada, Señor, será la llaga de tu corazón abierta.
A lo largo de los días, creeré siempre en tu amor,
porque nadie tiene mayor amor que el que da la vida por el amigo.

Enséñame, Señor Jesús, a dar mi vida por los que necesitan seguir viviendo;
a permanecer fiel al lado del hermano que está solo.
Tú eres la puerta que abre camino hacia el corazón del Padre:
guíame, Amigo.

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