jueves, 12 de marzo de 2015

El Adviento que Dios quiere



El adviento que Dios quiere es que abras bien las velas de tu nave y que pongas el motor en marcha; que salgas una vez más del puerto de ti mismo y que te arriesgues en busca de la tierra  prometida;  que  venzas  tus  apegos  y  comodidades,  los  que  te  impiden  crecer;  que superes  tus  miedos,  que  te  paralizan;  que  sacudas  tus  rutinas,  pura  mediocridad;  que confíes.
Y  una  vez  que  te  hayas  revestido  con  los  hermosos  trajes  de  la  esperanza,  predícala, siémbrala, sé su testigo. Da la mano al que te pide, levanta al que está caído, fortalece las rodillas vacilantes, di palabras de consuelo a los corazones tristes, ofrece razones para luchar a los que están desencantados, pinta de color toda la vida. Son muy necesarios los profetas de la esperanza.


 VEN SEÑOR JESÚS,  SÉ TÚ MI TESORO 
Para que no haya más tinieblas en nuestro mundo
Para que triunfe el bien sobre el mal
Para que aumente la fraternidad entre todos
Para que cese el odio y la violencia
Para que todos trabajemos por la justicia
Para que se defiendan los derechos humanos
Para que nuestro mundo viva en la esperanza
Para que nos enseñes el camino de la salvación
Para que nos animes en nuestras dificultades
Para que rompas las cadenas que nos esclavizan
Para que la alegría llene nuestro mundo de dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario