En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis
vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero
vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz,
siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño,
ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará
vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis
nada.»
Palabra del
Señor
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