En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Ganaos amigos con el
dinero injusto, para que cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El
que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es
honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de
fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis
de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a
dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al
primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».
Oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él.
Jesús les dijo: «Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero
Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres, Dios la detesta.»
Palabra del Señor
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