En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que el reino de los cielos
está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad
demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja
oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de
repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando
entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos
en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad; si la casa se
lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz
volverá a vosotros.»
Palabra del Señor
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