En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice
"Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la
voluntad de mi Padre que está en el cielo. El que escucha estas palabras
mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que
edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos,
soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió,
porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y
no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su
casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los
vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
Palabra del Señor
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