Cuando
creemos en Jesús, confiamos en Él. Le
escuchamos porque sabemos que sus palabras no tienen otro fin que el de
iluminarnos y animarnos.
Le
admiramos porque sabemos que sus actos sólo tienden a liberar, a liberar a los
hombres de sus fracasos y miedos. Le
seguimos, caminamos con Él, porque sabemos que no tiene otro deseo que el de
llevarnos a la alegría total.
Cuando
creemos en Jesús, confiamos totalmente en Él, porque sabemos que está dispuesto
a ofrecer su vida por amor, en favor de todos los hombres.
Oración: Un corazón generoso en el trabajo, viendo en él no
una imposición
sino una misión que me confías. Un corazón grande con los hombres, leal y atento para con todos, pero especialmente servicial y dedicado a los pequeños y humildes
sino una misión que me confías. Un corazón grande con los hombres, leal y atento para con todos, pero especialmente servicial y dedicado a los pequeños y humildes
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