Pero ¿Cómo
era Madre Pilar? ¿Cómo la recuerdan
las que vivieron con ella? ¿Qué veían en ella?
Aquí os dejamos unas pinceladas…
Cómo
decíamos ayer, Madre Pilar fue un reflejo del amor de Dios en su vida y en la
de los jóvenes a los que dedicó toda su vida.
- Era una mujer que se dejó modelar por Dios, como la arcilla en manos de un alfarero.
- Una mujer enamorada de Dios, valiente, que tomo a Dios como razón y centro de su vida.
- Una mujer de profunda fortaleza, no hubo nada que la hiciera echarse para atrás, aunque a veces las adversidades fuesen duras.Una mujer inquieta, abierta al Espíritu, no le pudo los años, fue más fuerte el AMOR.
- Una mujer de voluntad firme, constante y decidida. Con cuántas y cuántas dificultades tuvo que enfrentarse para llegar hasta el final.
- Una mujer de carácter fuerte y enérgico, pero sin embargo siempre mostraba simpatía, acogimiento, amabilidad…
- Era una mujer sencilla por eso atraía tanto. Lo mismo era para ella hablar con personas ilustradas que con gente humilde; encantaba a todos con su porte agradable y natural.
- Su hablar era sencillo y prudente, nunca rebuscaba las palabras.
- Tenía una mirada que reflejaba su mundo interior, lleno de benevolencia y comprensión. Su rostro transmitía e infundía confianza, serenidad,…
- Una mujer que vivía todo desde el agradecimiento, y lo expresaba con afabilidad.
- Era una mujer siempre alegre, parecía que no tenía sufrimientos; le gustaba alegrar y hacer reír. Sólo el estar con ella infundía paz y alegraba el corazón. Las personas profundas cuando quieren decir algo lo expresan mejor que con los labios con una sonrisa.
Pidamos al
Señor para que por intercesión de Madre Pilar, seamos jóvenes alegres y que esa
alegría germine cada día una esperanza nueva, deseos de mejores personas, y ser
capaces de dar testimonio con nuestra vida, como lo hizo Madre Pilar.
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