En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús
les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y
en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo
lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo.»
Palabra del Señor
domingo, 31 de mayo de 2015
sábado, 30 de mayo de 2015
Evangelio según san Marcos (11,27-33)
En aquel
tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el
templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le
preguntaron: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante
autoridad?»
Jesús les respondió: «Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré
con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los
hombres? Contestadme.»
Se pusieron a deliberar: «Si decimos que es de Dios, dirá: "¿Y por qué no
le habéis creído?" Pero como digamos que es de los hombres...» (Temían a
la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús: «No sabemos.»
Jesús les replicó: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»
viernes, 29 de mayo de 2015
Fiesta fundadora, Navidad, Javierada, pascua
El Señor ha
resucitado.
El Señor ha dado un paso.
El Señor guía nuestros pasos...
Es Pascua cuando das un paso hacia la bondad.
Es Pascua cuando das un paso hacia la verdad.
Es Pascua cuando das un paso hacia la vida y por la vida.
Es Pascua cuando das un paso que no te atrevías a dar.
Es Pascua cuando das un paso a atrás porque ibas por caminos prohibidos...
Es Pascua cuando das un paso hacia los tuyos.
Es Pascua cuando das un paso de gigante...o un pasito pequeñito, porque
hay cosas que solo se hacen “pasito a pasito”.
Es Pascua cuando das un paso y rompes el muro
El Señor ha dado un paso.
El Señor guía nuestros pasos...
Es Pascua cuando das un paso hacia la bondad.
Es Pascua cuando das un paso hacia la verdad.
Es Pascua cuando das un paso hacia la vida y por la vida.
Es Pascua cuando das un paso que no te atrevías a dar.
Es Pascua cuando das un paso a atrás porque ibas por caminos prohibidos...
Es Pascua cuando das un paso hacia los tuyos.
Es Pascua cuando das un paso de gigante...o un pasito pequeñito, porque
hay cosas que solo se hacen “pasito a pasito”.
Es Pascua cuando das un paso y rompes el muro
y la
distancia entre amigos.
Es Pascua cuando algo nuevo surge y lo dejas surgir,
algo nuevo brota y lo acoges y cuidas con mimo.
Es Pascua cuando de camino
o sentado a la mesa o mirando a los ojos
el alma se enciende
... y calienta
... y comprende
... y se levanta
... y vuelve a empezar
... y deja ahogada la tristeza
... y se abre el futuro por el mismo camino.
En el mismo el camino puedes caminar con desesperanza
a correr llenos de alegría.
El camino del fracaso se hace en solitario.
El camino de la Vida se recorre
deshaciendo el viejo camino:
recorriendo, caliente el corazón, lo viejo hacia lo nuevo.
Es Pascua cuando algo nuevo surge y lo dejas surgir,
algo nuevo brota y lo acoges y cuidas con mimo.
Es Pascua cuando de camino
o sentado a la mesa o mirando a los ojos
el alma se enciende
... y calienta
... y comprende
... y se levanta
... y vuelve a empezar
... y deja ahogada la tristeza
... y se abre el futuro por el mismo camino.
En el mismo el camino puedes caminar con desesperanza
a correr llenos de alegría.
El camino del fracaso se hace en solitario.
El camino de la Vida se recorre
deshaciendo el viejo camino:
recorriendo, caliente el corazón, lo viejo hacia lo nuevo.
Señor, Dios
de la Vida
remueve la piedra de nuestro egoísmo,
la piedra que ahoga nuestra esperanza,
la piedra que destruye el entusiasmo,
la piedra que cierra el corazón al perdón.
Resucita en nosotros la alegría,
las ganas de vivir, el deseo de soñar.
Haznos personas resucitadas
que no se dejan envolver por la muerte,
sino que cuidad y alientan siempre
el germen de vida en que creen.
remueve la piedra de nuestro egoísmo,
la piedra que ahoga nuestra esperanza,
la piedra que destruye el entusiasmo,
la piedra que cierra el corazón al perdón.
Resucita en nosotros la alegría,
las ganas de vivir, el deseo de soñar.
Haznos personas resucitadas
que no se dejan envolver por la muerte,
sino que cuidad y alientan siempre
el germen de vida en que creen.
Javier Leoz
jueves, 28 de mayo de 2015
Evangelio según san Lucas (22,14-20)
Llegada la
hora, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: «He deseado enormemente
comer esta comida pascual con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya
no la volveré a comer, hasta que se cumpla en el reino de Dios.»
Y, tomando
una copa, pronunció la acción de gracias y dijo: «Tomad esto, repartidlo entre
vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid hasta
que venga el reino de Dios.»
Y, tomando
pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: «Esto es
mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.»
Después de
cenar, hizo lo mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza,
sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros.»
Palabra del
Señor
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